[D&D-A] - Celebraciones y sombras en Argos

Extensa recapitulación de nuestra muy divertida sesión del 10/02/2012. La sesión ocurrió dentro de la gran ciudad de Argos y tuvo buenas cantidades de descripciones, uso de "skills", díalogos y desarrollo de personaje, así como situaciones atípicas y otras supuestamente habituales en las vidas de los personajes.





La sesión comenzó con Valygar y Alexander llegando, en la caravana militar de la división del primero, a la majestuosa, limpia y enorme ciudad de Argos, levantada en un valle entre las Montañas Solemnes y a los pies del inactivo Volcán Demmagus. Dividida en varios distritos (Bajo, Alto, Gnomo, Comercial, Militar y Mágico) la ciudad ofrecía un entorno seguro, con un excelente nivel de vida y una sociedad basada en los benevolentes regalos mágicos de su Juez Montag. Tras algunos diálogos breves, los personajes se dividieron: Valygar fue hacia el Distrito Militar para presenter su reprote de la batalla a su general, Hannibal Grognard. Alexander, por su parte, se disposo a recorrer y conocer la ciudad, con un interés fijo y partícular en ingresar en el Distrito Mágico (de acceso prohíbido para todo aquel que no portase certificados de hechicería).

Tras una amena y agradable charla con Grognard, Valygar terminó de informar lo ocurrido en el campo de batalla y le entregó un parche de pergamino que sus soldados había encontrado entre los tesoros de Azagoth. En el se mencionaba el interés de un sujeto (cuya firma era S.L.) por capturar a un hobbit llamado Denkel.
El parche rezaba:

"Azagoth, nuestro contacto en Rhendial nos ha informado que Denkel ya ha partido de allí rumbo a Morwold. Aparentemente ha conseguido descifrar la rima de Thoral y el secreto detrás de la Bahía Dentada. Necesitamos esa información, asique lo queremos vivo y lúcido. Atrévete a lastimarlo más de lo necesario y me encargaré personalmente de infligirte sufrimientos que harán parecer a nuestro último encuentro meras caricias. 
Pero mantente alerta: el hobbit es ágil e ingenioso. No te confíes por su tamaño: el pequeño bastardo ya ha sobrevivido a varias pruebas por si mismo. Se trata de un hobbit adulto, de estatura promedio y pelo corto castaño. Su tez es clara y mantiene cierta vitalidad en sus formas.
Atrápalo y podrás considerarme una mera sombra del pasado.
Fállame...y despídete de tu patético futuro. "   - S.L.


General Grognard
Grognard se mostró interesado inmediatamente en este dato: un famoso hobbit explorador, arquelogo y amigo cercano de Grognard, llamado Edmund Denkel había visitado la Bahía Dentada hacía cuestión de dos años. Pero el mismísimo juez Montag le había informado a Grognard, hacía ya varios meses, de su penosa muerte. Sin embargo, el parche de pergamino hablaba de una reciente estadía de Denkel en Rhendial (lejos de dónde se lo vió por última vez) y las recientes incursiones gnolls a Morwold, seguramente motivadas por este mismísimo parche de pergamino, demostraban que esta información era reciente. Estimando que bien S.L. o bien el juez Montag tendrían información equivocada y recordando que Valygar no había tomado tiempo de descanso durante estos dos años, Grognard consideró adecuado mantener esta información en bajo perfil y enviar a Valygar a unas forzosas vacaciones recorriendo la Bahía Dentada, intentando encontrar el rastro de Edmund Denkel. Para esto, le recomendó dirigirse al lugar donde Denkel desembarcó en la Bahía: el puerto de Fondaria, y le entregó, además de su paga atrasada, una libélula de piedra capaz de encontrar su camino hasta las habitaciones del general y comunicarle cualquier problema o necesidad de asistencia (los constantes esfuerzos por desarrollar puertas de teletrasportación parecían haber empezado a dar frutos y existía la posibilidad de, en caso de gran emergencia, poder desplegar una pequeña fuerza militar en cualquier punto de la Bahía Dentada para asistir a Valygar).
Antes de liberarlo, Grognard le comentó a Valygar que se estaría celebrando un pequeño carnaval en la ciudad esa misma noche, así como una cena en el Club Standford (en el Distrito Alto) para los miembros más agradaciados de la Bahía. La llegada de las tropas victoriosas y la inminente finalización del inusualmente largo invierno parecían excusa suficiente para dar a la gente una pequeña noche de diversión. Siendo Valygar un héroe reconocido y una figura de cierta imagen pública, Grognard solicitó su presencia en el Club Standford y su ayuda para invitar ciudadanos. Hecho esto, le permitió disfrutar su merecido descanso.

Alexander, por su parte, se dirigió hacia el distrito mágico. En su camino se cruzó por la Taberna del Veterano, de la que una conocida figura femenina salia frustrada. Reconociendo a Lumenae, Alexander desvió su camino para seguirla hasta el Distrito de Comercio, donde ésta finalmente pudo vender con exito una pequeña cantidad de gemas que, seguramente, habría obtenido en sus recientes aventuras. Tras un leve intercambio de preguntas y acusaciones (de practicar magia divina a Lumenae y de estar siguiéndola a Alexander), el corto dialogo se interrumpió en cuanto el guerrero pudo detectar que una figura presente en las puertas de la ciudad los había estado siguiendo. Tapado completamente por una suerte de poncho, y con el rostro oculto bajo un sombrero puntiagudo y circular, el indiscernible sujeto de tez morena los observaba a travez de pequeñas aberturas en su sombrero.
Dispuestos a tender una emboscada, Alexander y Lumenae se dirigieron a un sitio deshabitado de la Plaza de los Mercaderes, donde se ocultaron en árboles esperando a su acechador. Pero en el momento en que éste estaba por entrar, inadvertidamente, en el rango de su emboscada, la aparición de un militar de alto rango bastó para disuadirlo y volver sobre sus pasos. Se trataba de Valygar, que volviendo de hablar con el general Grognard se dirigía a la Taberna del Veterano a relajarse entre amigos y conocidos. Tras recomendarle a Alexander que se bajara de aquella copa de árbol y lo acompañase (y sin detectar la presencia de Lumenae detrás de un tronco), los tres personajes (Lumenae a cierta distancia) se dirigieron hacia la taberna.

Taberna del Veterano
Una vez en la taberna, Valygar saludó a su amigo posadero, Darren. Hombre canoso, robusto y lleno de pequeñas cicatrices, había servido al Ejercito Regular y ahora se encontraba retirado. Su posada servía de parador para casi todos los hombres fuera de servicio y era un lugar en óptimas condiciones de limpieza y orden, lleno de blasones militares y mementos de glorias pasadas. Pasando tras el mostrador, Valygar dió a Darren un gran abrazo y se sirvió dos pintas de cerveza tirada para compartir con su oficial Baldwin, quien también se encontraba en la taberna. Alexander, por su parte, se quedó conversando con el posadero, preguntandole si había escuchado hablar de la "rima de Thoral", de la cual, ciertamente, éste no podía recordar mención. Valygar, por su parte, habló con Baldwin sobre los festejos de la noche, sobre el tiempo de descanso que seguramente le sería otorgada a la división y sobre su familia en general. Con su ánimo habitual, Baldwin comentó que iría a saludar "del modo adecuado" a su esposa, especialmente considerando que su hijo Thomas, ya adulto, se encontraba trabajando en Fondaria.
En cuanto ambos terminaron con sus conversaciones, a tiempos disimiles, cada uno salió de la taberna con un objetivo diferente: Valygar se dirigió a su hogar en el Distrito Alto, a quitarse sus armas y armadura, ponerse una vestimenta de gala y comenzar a realizar invitaciones formales para la noche. Alexander, por otro lado, se re-encontró con una Lumenae que, escondida entre las mesas, mantenía un oído atento y juntos se dirigieron a intentar ingresar en el Distrito Mágico, bajo la creencia de Alexander de que allí podrían encontrar alguna información sobre la "rima de Thoral" mencionada en el parche de pergamino.

Al llegar al Distrito Alto y, subsiguientemente, a la fuertemente defendida muralla del Distrito Mágico, Lumenae y Alexander notaron que no había manera de escalar las altas murallas sin ser detectados por guardias, ni de inmiscuirse a través de las puertas sin los permisos adecuados. Aún peor: la fuerte presencia de tropas del Magisterio (poseedores de unos barracones en el Distrito Mágico) hacían poco probable que certificados falsos pasaran desapercibidos. Pero también notaron que una considerable cantidad de jóvenes aprendices de mago salían y entraban del distrito con cierta regularidad, muchos de ellos dirigidos hacia el Distrito Alto.
En una de sus habituales demostraciones de total falta de sentido común o interés por las costumbres establecidas (o la reputación de Valygar), Alexander y Lumenae decidieron seguir a un par de estos jóvenes aprendices hasta su hogar y "requisitar" alguno de sus certificados. La inusual apariencia de los dos aventureros en un barrio destacado por su alta alcurnia y delicadas vestimentas no ayudó en lo absoluto a ocultarlos, por lo que los jóvenes aprendices de mago rápidamente se dieron cuenta que estaban siendo seguidos y corrieron a atrincherarse en su hogar, una enorme casa de dos pisos, con balcones que daban a la calle. Haciendo un altamente sospecho e imposible salto, Alexander alcanzó uno de estos balcones mientras Lumenae se quedaba mirando afuera. En el momento justo en el que estaba ingresando fue detectado por Valygar quien, vestido en sus más formales ropas militares, se encontraba invitando vecinos ilustres a la velada nocturna. Ignorando la evidente ira que se apoderó del Capitán, Alexander entró en la casa y comenzó a revisar habitaciones, hasta encontrar un estudio con diferentes artículos dedicados a la carrera de mago, incluidos mementos tales como antiguos certificados de menor nivel. Valygar, por su parte, se apresuró a la puerta donde fue recibido por los dos asustados hermanos, vecinos y conocidos del Capitán, que le dijeron con temblorosas voces como unos extraños individuos los habían seguido para asaltarlos y uno, creían, había ingresado en su casa. Valygar se apresuró al segundo de la casa dispuesto a abofetear a su amigo, solo para encontrarlo enfrentando un furioso perro guardián que rápidamente le saltó encima, tirándolo por una de las ventanas directamente contra la acera.

"Shield Guardian"
Alexander parecía haber tenido éxito, pero su victoria fue corta: en el momento en que él y Lumenae pensaban retirarse, una docena de shield guardians los rodearon y una voz serena pero penetrante comenzó a preguntarles "¿Qué tenemos aquí?". Se trataba del Capitán Von Draust, padre del Oficial Valentine Von Draust (por lejos el más ineficiente oficial de la división que Valygar comandaba). La presencia del Capitán Von Draust conseguía combinar una innatural calma con una mirada capaz de atravesar un hombre, combinación definitivamente letal en la política o los interrogatorios. Tras ordenar a los guardianes que despojen a los prisioneros de todas sus pertenencias, Von Draust encontró el certificado robado. Habría procedido a encerrarlos (tal vez de por vida) si Valygar no hubiera intercedido, aclarando que eran conocidos suyos, más curiosos que peligrosos y que el delito había sido relativamente menor. Viendo la posibilidad de cobrarse un futuro favor, Von Draust aceptó ser indulgente con los prisioneros y tan solo encerrarlos hasta la noche, con la condición de que asistieran junto a Valygar a la gala en el Club Standford.
Valygar podría cuidar sus cosas mientras ellos reflexionaban sobre sus actitudes en el calabozo.

Para cuando las dos lunas de Arcadia habían salido, Valygar descendió triunfal al calabozo del Distrito Militar llevando dos conjuntos de ropas de gala militares. Alexander pudo utilizar una que había pertenecido al padre de Valygar, mientras que Lumenae tuvo que conformarse con un traje viejo de cuando Valygar era más joven y de menor rango. La ciudad de Argos celebraba alegremente y diferentes comparsas, con músicos, hombres en zancos y todo tipo de llamativos atuendos hacían procesión por los distritos de la ciudad.
Inquisidora Nemfre, en su uniforme de combate.
Una vez en el Club Standford, Valygar tuvo que tener pequeñas charlas sociales con diferentes individuos de Argos y de la Bahía Dentada en general. Mientras que unos vecinos suyos le preguntaban por los recientes zaqueos que una banda de malvivientes habían hecho a caravanas a los lomos de un enorme ave, y sobre la existencia y el origen de semejante criatura, un opulento y algo rudo hobbit de Portuaria llamado Chartier intentaba sobornarlo, intimarlo y/o presionarlo para que moviese influencias y vetase el uso de aeronaves comerciales en la Bahía Dentada (principal método de sus personales oponentes, los miembros del Trono de Comercio). Pero sin duda, los más incómodos y recurrentes díalogos se dieron con la inquisitiva Nemfre. Esta Inquisidora del Magisterio, de duras facciones e incansable cuestionar, habría estado intentando agendar una cita con Valygar para que este terminase de explicar ciertas inconsistencias en el reporte oficial (como habían llegado tan rápido a Central, como habían logrado vencer a un juez entrenado, de dónde habían obtenido diversas informaciones, etc) pero éste, intentando proteger a su amigo Alexander y a las extrañas aptitudes que manifestaba de tanto en tanto, había conseguido eludirla hasta el momento.
Nemfre rapidamente consiguió arrebatar interesante información a Alexander y Lumenae antes de que estos pudieran zafarse y escapar de la fiesta hacia un balcón. Valygar, que en aquel momento había perdido contacto con su amigo (y comenzaba a temer, con razón, lo peor) pudo ver desde una ventana en la planta baja como Alexander y Lumenae discutían en un balcón para que este, inmediatamente, saltase hacia la planta inferior (dañando irreparablemente el traje del padre de Valygar en la caída).

Y es que, buscando aprovechar la cercanía que el Club Standford tenía con las murallas del Distrito Mágico para encontrar una forma de ingersar en él, Alexander había conseguido divisar desde aquel balcón a la figura que los había estado siguiendo en el Distrito de Comercio.
Dos persecuciones acontecieron entonces: mientras que Valygar y Lumenae se apresuraban a alcanzar a Alexander, corriendo por las calles, este se había apoderado de unos zancos y los había usado para ganar acceso a los techos y perseguía la misteriosa figura sobre ellos. La vitalidad del hombre que los había estado siguiendo (y que era ahora perseguido) era envidiable: sin ninguna dificultad saltaba del suelo a los techos y de casa en casa, a velocidades tan latas que hacían imposible acercarlos.
Pero cuando suficientes comparsas y calles los habían separado de los aglutinamientos más grandes de militares, la figura se detuvo en un techo y esperó a que Alexander lo alcansace. Allí, sus trabajadas facciones se hicieron evidentes, en cuanto soltó su poncho y sombrero. Tez obscura, vestido con ropas holgadas y carente de toda arma. Su silencio era impenetrable, pero las plumas negras que colgaban de su cinturón de cuencas lo delataban inmediatamente como un miembro del Fénix Negro.

El misterioso guerrero enemigo
Una cruenta batalla se dió en los techos de aquella casa, a la luz de las dos lunas. A diferencia de Alexander, el agente del Fénix Negro se mostraba implacable en el combate sin armas. Incluso cuando Lumenae y Valygar se habían sumado a la batalla (esta última, manteniendo su habitual distancia), el artista marcial conseguía facilmente infligir enormes daños al tiempo que esquivaba puñetasos insulsos. Su maestría corporal era enorme, e incluso cuando Valygar tomó la daga que siempre lleva escondida en su bota, el agente del Fénix Negro mantuvo una indisputada ventaja en una clara inferioridad numérica.
En algún momento, Valygar notó que estaban a tan solo tres techos de su hogar y ordenó a Alexander que fuese a buscar sus armas allí: los aventureros se encontraban claramente fuera de su juego en estas condiciones. Solamente las habilidades curativas de Lumenae consiguieron mantener a Valygar vivo el tiempo suficiente como para que Alexander volviese con las armas, pero las últimas esperanzas parecieron desvanecerse cuando una certera flecha de su arco mágico fue simplemente atrapada en el aire por el enigmático guerrero. Sea quien fuese, era muy bueno y acababa de haberlos vencido.

Pero en ese justo momento, Nemfre y varios soldados del magisterio aparecieron en la escena, utilizando hechizos menores para incrementar sus habilidades en combate. El agente del Fénix Negro debió calcular rapidamente sus probablidades y optó por escapar con la misma facilidad con la que había vencido a los tres aventureros. Nemfre, antes de seguirlo, observó penetrantemente al grupo: la evidencia de sangre y de batalla, las ropas rotas, pero con las heridas completamente cerradas, así como los compentes de hechizo que se encontraban entre las posesiones de Alexander le dieron toda la evidencia que necesitaba.
Tras recordarle a Valygar su compromiso (asumido en la fiesta) de tener una entrevista con ella mañana por la tarde, corrió a toda velocidad a intentar (en vano) alcanzar a su nuevo objetivo.

Notas para recordar:
  • Comienza la búsqueda de Edmund Denkel, arqueólogo, historiador y aventurero gnomo. 
  • El general Grognard ha otorgado a Valygar una "libélula de piedra" capaz de volar hasta él y enviarle mensajes. Existe la posibilidad de pedir pequeñas cantidades de refuerzos a cualquier sitio (dentro de la Bahía Dentada). 
  • El posadero de la Taberna del Veterano es un robusto soldado retirado llamado Darren.
  • El oficial Marcus Baldwin tiene un hijo joven-adulto llamado Thomas trabajando en Fondaria. 
  • Una banda de forajidos está asaltando caravanas a los lomos de un ave gigante. 
  • Chartier, un opulento (si bien algo tosco y rudo) hobbit de la Coalición de Comerciantes desea ganar la amistad de Valygar y usar su influencia en contra del Trono de Comercio. Se ha ofrecido a tratar el tema si alguna vez el capitán pasase por Portuaria. 
  • La Inquisidora del Magisterio, Jacqueline Nemfre, desea entrevistarse con Valygar. Ha visto con gran sospecha los componentes de hechizo entre las pertenencias de los aventureros, así como las inmaculadas curaciones de Valygar en presencia de Lumenae. 
  • Aparece un nuevo agente del Fénix Negro. De tez morena, silencio imperturbable y veloces movimientos, combate sin armas y ha conseguido derrotar a los tres aventureros.